08 julio, 2007

Infamias - Infamia número 1

एस्ते एस एल सुएँओ कुए तुवे एस्ता मनाना। मे हिजो सेंतिर मुय बीएन।

Versión 1:

Camino por un pueblo desconocido.
Es polvoriento, mi mirada se cruza con la de un hombre, le reconozco casi por defecto... "Es él!" sin saber cómo, sé de quien se trata. Pasa al lado mío, me detengo. Debo saludarle, hacer posible ese eterno sueño de saber cómo sería si nos conociéramos en persona.

- ¡Hey! -hago que voltée a mirarme, camina con su novia de la mano. Siento un cierto calor subiendo por mi cuello, me mira, también me reconoce- ¿viste que nos conoceríamos un día?

- ¡Hola! -exclama con una sonrisa impregnada en su rostro, es bastante lindo su semblante- ¿conoces a mi novia? Te he hablado de ella, per ahora podrás conocerla

Se aparta un poco, para que yo y esa mujer nos conozcamos, no digo esa mujer por rabia... sino porque no quiero mencionar de quién se trata. Pero sí, un poco de envidia me da, fueron dibujados para estar juntos. Él nos presenta como "novia y amiga", es de esperarse, nuestra relación no pasa de eso.
Empezamos a hablar todos, aunque me siento incómoda, ya que éste es el tiempo de ellos dos, ¿qué monos pinto yo entre medio? Lo menciono, pero él insiste en que me quede.

- Oye, novia -se dirige a la mujer que está a su lado- ¿puedo salir con mi amiga esta noche? Hay una fiesta en la casa de mi primo (nuevamente, no quiero mencionar de quiénes se trata), tengo ganas de hablar con ella.

- Hum... -la joven se queda pensativa, me habían comentado que era un poco dominante, asíque intervengo.

- Vamos, si no le voy a hacer nada a tu polololito -digo en tono suave y alegre, ya la tenía en la mano... no iba a negarse ahora- di que sí

- Bueno ya, te lo presto -casi en resignación lo dice y se marcha.

Ya en casa de Solar...
Estábamos sentados en el sillón, hablabamos de todo y de nada, al mismo tiempo. Siempre que podíamos hablábamos, ambos sentíamos una necesidad de hablar aunque fuera de la cosa más estúpida del mundo, podría hasta haber bailado reggeaton con él si me lo hubiera pedido, pero preferimos hablar de música... teníamos gustos en común en cuanto al música.
Repentinamente abrió la boca para decir algo distinto a todo lo que habíamos hablado antes...

- Te molesta si tomo? -me pregunta un poco tembloroso, es verdad, la novia a veces no le dejaba beber, según su primo ... era macabeo.

- ¿Por qué me va a molestar? Tú eres dueño de tu vida, no eres de mi propiedad, yo no tengo el derecho de decirte qué hacer y qué no hacer... -esta era la parte que más amo de mí misma, ese respeto enorme por cada una de las personas y de cómo manipula su vida- si tú quieres tomar, toma, cosa tuya.

Desde aquí no recuerdo mucho qué pasó, sólo que él bebió un poco más de la cuenta, ya que había perdido la costumbre y no había comido en la fiesta.

Esta parte es clara... no piensen mal de mí, en los sueños, las cosas no se rigen por lo que está bien o mal.
Despierto cuando el Sol me comienza a molestar la cara, el lugar donde duermo es suave y está cálido, miro hacia el lado y veo una figura durmiendo. Es él, en ese momento me siento muy culpable, si su novia se entera, lo deja... tanto que luchó junto a ella para que les dejaran salir juntos, ella no merecía ésto. Siento la urgencia de irme, asíque hurgueteo en su mochila y busco un cuaderno y lápiz. Abro el cuaderno en alguna hoja que no tuviera materia, comienzo a escribir:

Me encantaría quedarme aquí, pero me temo que no puedo. Esto no es repentino, siempre haz sido tú mi amor platónico. No es seguro que nos reencontremos, dejémoslo como un amor de verano. Algún día nos veremos de nuevo y nos reiremos de las cosas que han pasado.
Por mí, seguría aquí y te acariciaría la espalda todos los días.
Ocúpate de tu novia, ella merece bastante mejor que ésto, si decides contarle lo de hoy, ¡prepárate!
Podrías perder una persona maravillosa en tu vida, te amo, no quisiera que estuvieras triste, por eso no quiero que te quedes sin ella. Ya que ella, estando cerca tuyo, podrá darte lo que yo nunda podría.
Eso fue todo. Luego llegó mi hermana y me despertó, fue infame la mañana... ¡me destapó!
Besos y abrazos,
Su humilde servidora Isabel

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