Hace más de una década que no me aparezco por este blog abandonado. Ciertamente han pasado muchas cosas en la vida de todos los que frecuentábamos este sitio.
Empiezo diciendo que estoy atrapada en un loop de búsqueda, como el Alquimista o Ángel la niña de las flores, buscando fuera lo que siempre tuve dentro. Me ilusioné una y mil veces con realidades alteradas, idealizaciones, pensamiento mágicos de que "si me esforzaba más, todo iba a funcionar". No fue así, madurar es aceptar que la mayoría de las cosas están fuera de nuestro control y así lo veo hoy en día, en el año que cumpliré 35. Sin embargo, el estar consciente de que no puedo controlar nada, no me impide anhelar, desear, querer, y en el deseo está la raíz de todo sufrimiento.
Hace 12 años dije que había experimentado el amor, ése que uno siente a los 15, alocado, joven, lleno de nuevas sensaciones, las subidas y bajadas... y esa experiencia me dejó completamente rota. Como la persona que trata-de-arreglarlo-todo que soy, me esforcé muchísimo por años por hacer funcionar una máquina estropeada que me daba 30 minutos de felicidad al mes. Envuelta en una relación enfermiza y manipuladora, me di cuenta muy tarde que ya había perdido 7 años de mi vida. No pude volver a amar como lo hacía antes. Sin embargo, nunca me voy a arrepentir de tenderle la mano a alguien que me necesitaba, incluso si esa persona sólo me utilizó, el problema es que le hice daño a mucha gente.
A la persona que más le hice daño fue a ti. Imaginarás que parte de mí actuó con odio, que hice cosas para dañarte y nada más lejos que eso. Durante estos 16 años siempre te he amado... más, menos, pero siempre lo he sentido, siempre ha aflorado ese calorcito por dentro cuando me das un abrazo. Eres la persona más importante de mi vida fuera de mi familia inmediata y no puedo concebir una vida sin ti en ella. A pesar de todo, entiendo que no está bajo mi control, que tú tienes mucho que decir, mucho que sentir y mucho que pensar; lo entiendo, te encuentro la razón, pero duele. Duele saber que yo te hice daño por mucho tiempo y nunca supe cuánto, no duele tanto saber que puedas quererme fuera de tu vida, eso lo puedo aceptar. Si ya no soy la persona que más espacio ocupa en tu corazón, estoy segura que hice bastante mérito para ello.
Estoy haciendo lo mejor que puedo. No te puedo prometer cosas que no me vas creer, sólo el tiempo dirá si mis palabras fueron ciertas y que no he cambiado de opinión. No te prometo un hasta siempre, porque no me creerías, pero eso quiero, que seas la última persona que ame de este modo y así poder decirte con certeza que tú eres quien más he amado. Sólo mis acciones y el tiempo te harán saber que es así.
Eternamente tuya,
L.L.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario