13 septiembre, 2014

Cosas que eran bacanes y que ahora valen callampa

Todo vale callampa hoy en día.

Hace unos 2 años, las 20 lucas que tenía mensualmente para mis gastos de universitaria (fotocopias, lápices, cuadernos cuando era necesario, comida, transporte, etc.) me alcanzaba e incluso a veces podía darme el lujo de comerme algún chocolate de vuelta a la casa o llegar con quequito para darle una sonrisa a mi madre y hermana.
Hoy, esas 25 lucas (aumentó ligeramente con la inflación y el reajuste anual (?)) me duran con suerte 2 semanas. TODO SUBIÓ DE PRECIO ESTREPITOSAMENTE, antes por 650+150 (800, completo+express) almorzaba en una basura que está al lado de la Universidad, ahora para comer debo desembolsar una suma superior a los 3000 pesos, porque el completo subió como a 900 pesos y la bebida a 250. Yo ya no tomo bebida, porque me estoy cuidando (me volví vieja, lo sé), y ya no como completo porque no me llena y tendría que comerme como 3 completos para que me hagan algo.
El transporte ha subido su resto (por suerte en conce no nos meten el pico en el ojo como en santiago con el precio de la micro/metro).
Ensayo con mi banda 1 vez a la semana dos horas, eso me sale mil pesos (somos 7 weones) por suerte.
Me gasto casi toda la plata comiendo y puta que me sale caro. Si quiero invitar a alguien a comer, significa que debo estar sin comer como por dos semanas después para que alcance la cagá de plata que tengo.

Los amigos de antaño están viejos, están aburridos, están igual de amargos que uno y ya la conversación no fluye como lo solía hacer cuando estábamos en la adolescencia. Ser adulto es lo peor. Solía pensar que cuando fuese adulta sería quien añoraba ser, pero la verdad y guiada por la ciega opinión de los demás, he terminado siendo cualquier persona menos yo misma, y mientras más crezco y más me acerco al mundo laboral, más me doy cuenta que no tendré más oportunidades para mí misma que ahora en la Universidad.

Las cosas que antes me causaban placer, ahora me aburren, me hastían, me dan asco. Todavía encuentro placer en ver los videos más rancios, asquerosos, horrendos, blasfemos, bizarros, de internet, todavía me esboza una leve sonrisa. Todavía encuentro algo de gracia a pequeñas cosas, de hecho, en la música encontré la cobija donde puedo cubrirme y seguir siendo la persona que nací para ser, tranquilizarme y olvidar a veces que la vida siempre ha sido y es una porquería.
Ya no encuentro felicidad en el amor, todo me parece monótono, creo que al final, el mundo entero y la vida misma te ilusiona tanto con "la experiencia de la vida", que al final sales con toda la gana al mundo a buscar sentido a todo... y no lo encuentras.

La vida me decepcionó.
Y aún no tengo energías como para tomar una cuerda y colgarme para no seguir quejándome de todo.


Lo siento, chicos, me van a dar dedos abajo, me van a decir que soy una emo culiá, me van a decir que me tire al pozo, al vacío, a la mierda, etc., pero ya no puedo escapar de la realidad que me invade y cada día me ahoga más y más.

Saludos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que huir.
Muy lejos.

Hergo dijo...

No sé cómo llegué aquí, pero estoy en las mismas que tú cuando lo escribiste.
Muchas veces he pensado que simplemente debería colgarme y ya, pero titubeo de lo cobarde que soy. Sin embargo, a pesar de lo mucho que esto me recordó a mí mismo, siento la estúpida sensasión de desearte... que ojalá sigas viva.

Freederth dijo...

Sigo viva, para tu tranquilidad, pero cada día más hundida en la mierda, cada vez viendo los edificios con mayor frecuencia. Pienso "será suficiente para morirme si me tiro de allá arriba?"
No se puede vivir así.